Sin comentarios =/

Saludox.

En las preguntas anteriores la gente tendería a responder diferente, aunque si soy honesto no me sorprendería tanto que siguieran opinando en contra. Y mientras que la educación inicia en casa, también es cierto que estamos ya en un circulo vicioso. Tener papás que creen absolutamente en chamanes produce hijos que creen en chamanes por consecuencia. La pregunta es cómo romper ese circulo vicioso porque los pocos hijos que salen de su creencia chamanesca se topan con pared en su casa y familia al cuestionar lo que ven que evidentemente es falso y hasta peligroso.

A propósito de este tema, la columna de Roberta Garza de Milenio Diario del martes 4 habla un poco de esto, de cómo las supersticiones y el pensamiento mágico están fuertemente arraigados en la mayor parte de la población. Hay un enunciado que me gustó dice: “Pocos se salvan en México de estas supersticiones gestadas al calor del pensamiento mágico que el empirismo de la academia no toca ni con el pétalo de un dato duro” No es por entrar al trillado tema de los fracasos de la educación en México, pero ayuda a comprender este fenómeno. En fn, les dejo el enlace si quieren echarle un ojo.
http://impreso.milenio.com/node/8890222

Saludos! Ah! por cierto Sr. Zepeda, felicidades por la entrevista, estaré al pendiente.

Es cierto que la salud pública depende de numerosas disciplinas de la ciencia además de la medicina, pero también de tener el sistema económico que genera la riqueza suficiente para aplicar esas medidas. Pero yo quería resaltar que la medicina asistencial no sirve tanto para salvar vidas como para aliviar ciertos síntomas de las enfermedades crónicas, lo cual no salva vidas sino que mejora la calidad de vida. No tengo datos estadísticos que ofrecer, pero es lo que veo en la práctica cotidiana.
Con respecto a lo del capitalismo, sé que ahora en tiempos de crisis la moda es despotricar de los mercados y eso, pero la realidad es que gracias al capitalismo miles de millones de seres humanos han pasado en las últimas décadas de ser pobres a ser clase media, en India, China, Brasil, y muchos otros países. También se genera desigualdad y problemas ecológicos y de sostenibilidad, pero no se puede negar que es el sistema que más crecimiento ha generado nunca, y del crecimiento y la ciencia viene la mejor esperanza y calidad de vida.

Tengo miedo 🙁

Ahora en serio, Papá. El problema, como siempre, son las desigualdades sociales y la educación. No se puede seguir teniendo una educación pública cuyos profesionales están formados por un sindicato y no en una Universidad en la que se han chupado tres años de diplomatura de magisterio como mínimo; eso por no hablar de la precariedad de las instalaciones educativas o la total ausencia de ellas;… No, amigo, no. Tendemos a ver el mal en el grueso de la gente que cree memeces. Pero para creer esas memeces primero es indispensable que alguien haya conseguido hacer que se crea en ellas. El pensamiento crítico, fruto de una educación adecuada, dificulta la entrada de memeces en nuestras mentes.

Y ya, un abrazote.

Eso, Jose, se debe tanto a la medicina preventiva como a la tecnología, es decir, a la Ciencia. La asepsia, la higiene, la alimentación adecuadas requerían de unos conocimientos científicos de cómo funciona el cuerpo humano; no te quiero decir, como te ha mencionado Gargadon, lo que se necesita saber para potabilizar el agua.

Sin embargo, el impacto de los medicamentos en la esperanza de vida en comapración con el impacto de las mejoras en las condiciones de vida no relacionadas con los medicamentos es algo que yo también me cuestiono, y que es lo que supongo que querías decir. Algo he buscado pero no he encontrado información seria, porque suele ser un argumento de antivacunas y aguópatas conspiranoides. Si tienes algo, no dudes en ofrecérnoslo.

Y el capitalismo dudo mucho que haya mejorado mucho la esperanza de vida, si no es la de los pocos privilegiados que lo disfrutan. En todo caso, supongo también, que querías decir los regímenes políticos más aproximados a una equidad social real, con igual acceso a unas salud y educación públicas de calidad para todos.