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Titulé mi crítica de la queja de Massimo Pigliucci sobre los New Atheists, con una cita de la serie de televisión Firefly, “We’re meddlesome”[1], así que bien podría continuar. Hay mucho en esa serie que ilumina mi visión personal del ateísmo, concretamente, los elementos que parecen antagonizar a personas como Pigliucci, Stedman y Mooney y grandes enjambres de otras personas aún más acomodacionistas. Primero, debo señalar lo obvio: contrariamente al tono de mis oponentes, a mi no me importa hacer encabronar a la gente.

Mal: Debo decir Doctor, su talento para alienar a la gente es casi milagroso.
Simon: Sí, estoy muy orgulloso.

A veces tenemos esta insistencia de los acomodacionistas de que la única manera de ganarse a la gente es siendo amables, de manera que los ateos deben tratar de ser buenos ciudadanos que se llevan bien con todo el mundo. Un punto relacionado que seguramente harán es que los ateos no tienen ningún problema serio con la discriminación, porque lucen tal como el resto del mundo y se pueden mezclar, y si no andamos haciendo olas, nadie tendrá ningún fundamento para oponerse a nosotros.

Realmente desprecio ese argumento. No quiero que mi comunidad acepte mi presencia porque me han confundido con un Episcopado, o porque soy uno de esos buenos ateos que no andan armando escándalos, no señor, de manera que puedan tolerarme porque soy invisible. Mi intención es ser escandaloso; no dejaré la menor duda de que no soy creyente y de que la gente puede no estar de acuerdo conmigo. Yo no soy el que necesita aprender lecciones de tolerancia sino los engreídos e inconscientes Cristianos, y la única manera en la que se las puedo dar es poniéndome de pie y confrontándolos.

De manera que cuando la gente ya sea atea o no, se queja de que soy odioso o antipático, me siento bastante bien al respecto. De todos modos, ocurre que la mayoría de los que se quejan, resultan no ser precisamente del tipo de gente a la que tengo mucho respeto, así que me resulta placentero hacerlos encabronar, pero también saber que estoy cumpliendo mis responsabilidades. Yo hago a la gente consciente de que donde yo estoy, yace un ateo y no un pusilánime con una sonrisita estúpida en la cara, pidiendo disculpas por su temor a ser irrespetuoso con la religión, sino alguien que está orgulloso de sus creencias.

Badger: ¡Crees que eres mejor que otras personas!
Mal: Solo de aquellos de los que soy mejor.

Pigliucci se quejó de la arrogancia de algunos ateos que piensan que todos los creyentes son tontos, lo que es una queja común y una que también escuchas de los creyentes. Pero están equivocados: Yo no pienso que soy más inteligente que todos los demás.

Solo pienso que estoy en lo correcto.

Eso es importante. Los ateos deberían tener un sentimiento de confianza sin arrepentimientos, nosotros estamos en el lado correcto de la razón, en el lado correcto de la historia y del lado correcto de la evidencia. No es porque yo piense que tengo algún valor intrínseco mayor que todos los demás, sino que me he librado de algunas supersticiones y liberado de los dogmas tradicionales y también he trabajado la mayoría de mi vida para sobrellevar y superar mi ignorancia. Otras personas podrían beneficiarse de tales esfuerzos.

Y cualquiera que se moleste por mi actitud engreída, debería tener un poco más de autoconciencia: todos pensamos que estamos en lo correcto, de otra manera no estaríamos haciendo lo que hacemos.

Jayne: Brillante. Seamos los malos.

Ajá, los fatheists y los creyentes creen que soy el malo, por las razones anteriores (y no tengo problema con ello). Mi otro pecado, sin embargo, es que animo a otros ateos a que se unan a mi, y refuerzo mi de estridencia en un grupo grande de personas y hago que esa comunidad cree su propio material. Impulso a mi comunidad. Nos hacemos más fuertes, más ruidosos y más atrevidos y todos juntos somos los malos de la película.

Desde luego, los malos de la película son aquellos alentados por Carl Sagan: los críticos del misticismo y la estupidez que no se quedan callados cuando un hipócrita vende biblias dice alguna idiotez. Nos portamos mal, porque justo es el maldito momento en que alguien tenía que hacerlo.

… si ofrecemos demasiado asentimiento silencioso sobre el misticismo y la superstición, incluso cuando pareciera estar haciendo algún bien, fomentamos un clima general en el cuál el escepticismo es considerado descortés, la ciencia es considerada aburrida y el pensamiento riguroso de alguna manera tedioso e inapropiado. Encontrar un balance prudente, requiere bastante sabiduría.”

Carl Sagan.

Sí señor, esos somos nosotros. Ningún silencio. Pelamos contra la idea de que el escepticismo puede ser descortés, siendo descorteses todo el tiempo, haciendo del cuestionamiento del dogma un asunto frecuente y común. De todas formas, ¿porqué debería ser considerado tan atroz que una horda de ateos señalaran que el Cristianismo o Judaísmo o Hinduismo o el Islam son ridículos? Son ridículos y van a ser ridiculizados.

Aquí hay algo más que creo que los ateos deberían ser:

The Operative: ¿Sabes cuál es tu pecado, Mal?
Mal: Aw, demonios, soy fan de todos los siete. Pero justo ahora, me parece que tendré que apostar por la ira.

Veo sacerdotes violando niños. Veo a una monja en busca de publicidad, encomiar dolor y sufrimiento, pobreza y enfermedad. Veo políticos prostituyéndose por votos, demandando la persecución de los gays en nombre de Jesús. Veo hombres de dios declarando que el rol de la mujer es ser callada y servil… y criar un bonche de chamacos. Veo fanáticos atarse explosivos a su cuerpo y matando personas aleatoriamente en el nombre de su dios. Veo a los grupos de presión trabajando duro para tratar de diluir la educación científica y sugiriendo que enseñemos Los Picapiedra como hechos históricos en nuestras clases de biología. Veo un papa vestido en sedas lujosas y en un palacio suntuoso, incitando a las personas a evitar el materialismo y conformarse con una vida sencilla. Veo personas engañadas oponiéndose a cualquier esfuerzo para combatir el cambio climático porque están seguras de que su dios de todos modos no habría de permitirlo. Veo a gente ordinaria segura de que esta época es el final de los tiempos, regocijándose en su imaginario e inminente apocalipsis, y activamente tratando de hacerlo realidad.

Si tu no estás enojado, vaya que tienes algún problema.

La religión no es alguna suave y feliz actividad recreativa; es un veneno para la mente que contamina a la gran mayoría de la humanidad. Es una auténtica mierda. No la apoyaré de ninguna manera, y resiento a los idiotas complacientes que nos incitan a cerrar los ojos ante esta realidad. Por otro lado, tenemos a los académicos moderados a los que les gusta decirnos que la religión es en su mayoría inofensiva y que de todos modos no vamos a poder librarnos de ella; a ellos les digo que como personas que supuestamente están dedicadas a aprender la verdad, deberían ser los primeros en negar la religión porque a) está equivocada y b) es una forma falaz de obtener conocimiento sobre el mundo. Y por otro lado, tenemos a los felices progresistas que nos quieren a todos haciendo trabajo interreligioso, y diciéndonos que los fundamentalistas pueden ser malos, pero que compartimos una causa común con los Cristianos liberales; a ellos les digo que una mente aturdida por el opio liberal es tan defectuosa como una mente intoxicada por crack conservador.

Ya sé que nunca vamos a poder deshacernos de la religión, porque siempre habrá gente dispuesta a mentir para obtener beneficios, y siempre habrá gente crédula dispuesta a creerles. Pero eso no significa que no debamos denunciar la mentira de la fe consistentemente y sin pedir disculpas. Hay principios que un ateo debe representar y uno de ellos es que las creencias en dioses son chingaderas.

Sin concesiones al respecto. Ira será mi respuesta a aquellos que sugieran lo contrario.

Zoe: ¿A donde vamos ahora, señor?
Mal: Igual que siempre. Hacia adelante.

Nada de quedarse quieto. Seguir andando, seguir presionando, seguir agitando. Podríamos tener que cambiar el rumbo de vez en cuando, pero los motores deben siempre seguir marchando, siempre debemos seguir adelante.

Notas de traducción:

  1. “People don’t like to be meddled with. We tell them what to do, what to think, don’t run, don’t walk. We’re in their homes and in their heads and we haven’t the right. We’re meddlesome.”- Young River, on why the Alliance is disliked.

Bajo el título en inglés “No power in the ‘verse can stop us” (publicado originalmente el 28 de diciembre de 2011 en Pharyngula); traducido con previa autorización del autor por Tonatihu Díaz.

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